Bien es sabido que este alimento contiene un alto valor nutricional. Los ajos blancos son una fuente rica de antioxidantes, proteínas, vitaminas, hidratos de carbono, y minerales.
Contienen una gran concentración de Vitaminas A, B1, B2, B6, C, fósforo, selenio, niacina, manganeso, yodo, hierro, calcio, zinc y cobre.
Por otro lado, hay que destacar su beneficio más valorado; su capacidad de curar enfermedades como gripes, resfriados, dolor de garganta y dolor de oídos. Por sus altos niveles de azufre, ayuda a desintoxicar el hígado y el organismo en general. Pero más que curar, lo que ayuda es a prevenir. Si tomas un ajo en ayunas, que es cuando tu organismo lo va a absorber mejor, te puedes deshacer de tus vitaminas y complementos alimenticios, ya que un diente de ajo al día puede aportarte todos los nutrientes necesarios para cada día.
Otro beneficio que te cambiará la vida es la limpieza del hígado. Si sufres de mal aliento, ojeras o la piel seca, al tomar un ajo al día, esto desaparecerá.
Los beneficios de este producto tan pequeño son enormes e increíbles. Si no lo has incluido en tu dieta de manera regular, anímate, no te arrepentirás.